
Con fascinación por el equilibrio y la armonía, son también las nociones de pluralidad e integración las que conforman una exploración que navega por el volumen y el espacio como ejes materiales; siendo el encuentro la finalidad más genuina. Propiedades contrapuestas coexisten en mis esculturas y murales cerámicos aspirando alcanzar una diversidad en armonía: blanco/negro, liso/texturado, curvo/recto, cóncavo/convexo. Ese maridaje aparece también en el material y la técnica en concordia con la obra, lo milenario de la cerámica y lo contemporáneo de las formas.
Es así que el antagonismo fortalece el equilibrio y la convicción de que aún lo disímil encuentra un punto de conexión y se integra, afirmando mi profundo sentir de que “todo es nada si no conforma algo más”.